Temari de proves selectives 2024-2025 68 La innovación social en el ámbito de las políticas públicas Este enfoque conceptualiza la innovación social como la búsqueda de una redefinición del bien común y de la mejora del bienestar de la población. De este modo, sería desde la política desde donde se conformarían las iniciativas o programas marco de innovación social, ejerciéndose un liderazgo público ad intra y ad extra, que integraría los paradigmas de la Administración Pública, a saber, el burocrático, el de la nueva gestión pública y el de gobernanza. Es este último el que goza de mayor aceptación entre la literatura especializada como nuevo modelo de gestión pública (Börzel, 1997; Hartley, 2005; Conejero, 2005). Desde el ámbito de lo público, una perspectiva de análisis interesante es la que se deriva de la iniciativa SINGICOM (Social Innovation Governance and Community Building), patrocinada por la Comisión Europea durante el periodo 2001-2004, y de la que surge el proyecto ALMOLIN (Alternative Model of Local Innovation), liderado por Frank Moulaert y sus colegas de la escuela francesa. Esta perspectiva se orienta hacia el desarrollo comunitario sostenible, que emerge como alternativa al desarrollo urbano territorial basado en el mercado (Moulaert y Nussbaurner, 2005). Bajo este prisma, la innovación social pasaría por comprender qué papel desempeñan en su desarrollo la comunidad y los grupos sociales, lo que debería poner de manifiesto una relación dialógica entre las instituciones económicas y las dinámicas de gobernanza, la sociedad, los modelos de desarrollo territorial y la planificación del territorio. Por tanto, la innovación social abordaría la satisfacción de necesidades básicas y cambios en las relaciones sociales dentro de procesos de empoderamiento social, refiriéndose a las organizaciones y personas que están afectadas por la privación o falta de calidad en la vida diaria y los servicios (Moulaert et al., 2010). La filosofía central de este modelo serían la movilización ciudadana y la promoción de la cohesión social a escala local, orientadas a la satisfacción de necesidades humanas, lo que requeriría cambios en las relaciones sociales y la gobernanza que pasan por el empoderamiento de la ciudadanía. EFICIENCIA SOCIAL EN LOS INGRESOS Y EL GASTO PÚBLICO Tradicionalmente, la mayor parte de las actividades y actuaciones del sector público están dirigidas a garantizar un nivel y calidad de vida suficientes a todos los ciudadanos dentro del denominado “estado de bienestar”. Las políticas de bienestar social consisten en aplicar las medidas desarrolladas por las AAPP con el objetivo de proveer y producir bienes y servicios sociales para mejorar las condiciones materiales de vida de los individuos y aumentar su calidad de vida. Es el caso de los servicios de sanidad, seguridad social, educación, vivienda, protección social y promoción social, urbanismo, ordenación del territorio, ocio, cultura y protección del medio ambiente, entre otros. Las crisis económicas de principios de los años ochenta y de los años noventa del siglo pasado supusieron los primeros varapalos a estas políticas de bienestar. En efecto, en la primera de estas crisis se cuestionaron de manera generalizada los efectos positivos que tradicionalmente se atribuían a este tipo de políticas, y en la segunda se profundizó en la desconfianza hacia ellas y se propuso un estado de bienestar mixto, es decir, un modelo que contara no solo con la participación del sector público, sino también con la del privado, la cual debería impulsarse con el tiempo.
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