Temari de proves selectives 2024-2025 69 En la actualidad, esta crítica al tradicional estado de bienestar se ha acrecentado al cuestionarse su sostenibilidad, debido, fundamentalmente, a factores como el envejecimiento de la población y la caída de la natalidad, los cuales van a generar necesariamente un mayor gasto público, con especial incidencia en la sanidad y las pensiones, mientras que las cotizaciones de la población empleada van a disminuir. Sin embargo, otra postura, totalmente contraria a la anterior, considera imprescindibles este tipo de actuaciones públicas para paliar los efectos nocivos de la actual crisis económica mundial. El conjunto del gasto se financia con el total de recursos que tiene asignado el sector público, que se denominan “ingresos públicos” y que proceden, fundamentalmente, del pago de los impuestos que soportan las familias y las empresas (principales componentes del sector privado). De acuerdo con el criterio de eficiencia social, la finalidad última del gasto público es incrementar el bienestar de los individuos mediante la producción de los denominados “bienes preferentes” (aquellos bienes o servicios imprescindibles para el desarrollo del individuo y que el sector público obliga a consumir en cantidades incluso superiores a las preferencias personales; por ejemplo, la educación, la vivienda, etc.) y los programas de prestaciones económicas (consistentes en transferencias monetarias del sector público hacia los individuos para garantizar un nivel de vida digno; por ejemplo: el subsidio de desempleo, las pensiones, etc.). La diferencia entre los ingresos y los gastos públicos permite valorar las actuaciones y políticas realizadas por el sector público, sobre todo la política presupuestaria. En este sentido, cuando los ingresos superan los gastos de las AAPP se genera un superávit público (también denominado “capacidad de financiación”), y cuando los gastos son inferiores a los ingresos, se registra déficit público (o “necesidad de financiación”). Los países deben procurar registrar superávit público, y, en caso de incurrir en déficit público, este no puede superar ciertos límites, ya que, en caso contrario, pueden darse tensiones en la economía nacional, las cuales, en una situación extrema, pueden llevar a la quiebra al sector público al ser la deuda pública excesivamente elevada. A lo largo de la última década, los gobiernos de los países desarrollados han incrementado su interés por los resultados de las actuaciones del sector público. Así, técnicos, políticos y científicos se afanan por averiguar si, con los recursos públicos utilizados, se obtiene la cantidad de servicios públicos (producción pública) óptima, o bien si el nivel de producción obtenido podría alcanzarse con una menor cantidad de recursos. Por tanto, el objetivo no es la reducción del sector público, sino la mejora de su eficiencia, lo cual, a posteriori, sí permitiría reducciones en el gasto público. Bibliografía Martínez Fernández, J.M. (coord.). La gestión de los servicios públicos locales en el marco de la LCSP, LRJSP y la LRSAL. Ed. Wolters Kluwer. Madrid. Abril de 2019. Abreu, J. (2011). “Innovación social, conceptos y etapas”. Daena: International Journal of Good Conscience. 6(2). 134-148. Arenilla, M., y García, R. (2013). Innovación Social. La integración social en la Administración Pública. Ed. Netbiblo. La Coruña. Conejero, E. (2016). “La innovación social desde el ámbito público: Conceptos, experiencias y obstáculos”. Gestión y Análisis de Políticas Públicas. Nueva Época. N. 15: Enero-junio 2016.
RkJQdWJsaXNoZXIy MzkyOTU=