Temari de proves selectives 2024-2025

Temari de proves selectives 2024-2025 21 ciación como en la normativización del Estado del Bienestar, y donde más se acentúa esta relevancia es en aquellos componentes, como la Seguridad Social, en los que el Gobierno central tiene responsabilidad total. El sistema, no obstante, atraviesa la mayor crisis estructural desde la instauración de la democracia en España. El endeudamiento estatal, la crisis económica y el compromiso internacional de España hacen prever una progresiva pero profunda revisión en la que ya pueden calificarse como hechos y no como meras hipótesis medidas como la revisión de la edad de jubilación, la ampliación del cómputo del tiempo cotizado para calcular las pensiones o la desamortización estatal a través de la privatización de servicios otrora considerados intransferibles. Antecedentes El origen del Estado del Bienestar se sitúa en el siglo XIX, cuando, por primera vez, se consideró conveniente en una economía industrial que el Estado asumiese obligaciones hacia las personas con escasos o nulos recursos. El proyecto de seguridad social de Bismarck en Alemania se remonta a 1883. Otros países europeos siguieron más tarde ese camino, pero fue el Informe Beveridge de 1942 el que sentó las bases del sistema tal como se ha desarrollado en el periodo de prosperidad de la posguerra. El punto esencial de Beveridge fue asegurar ingresos a los individuos ante cualquier eventualidad que se presentase, como el desempleo, la incapacidad o las jubilaciones. Otros servicios sociales, como la vivienda pública y la sanidad, quedaron fuera de los establecidos por Beverigde, pese a que hoy en día se los considera parte del Estado del Bienestar, como el acceso gratuito a la educación hasta una determinada edad. Beveridge se basó en Keynes (en el año 1936 Keynes formula su Teoría general del empleo, el interés y el dinero, en la que se destaca la importancia de la intervención estatal en la economía, sin la cual la política social hubiera sido meramente testimonial) para mantener el fondo nacional de seguros equilibrado en un nivel socialmente aceptable de contribuciones y beneficios. Keynes quiso dar respuesta durante los años treinta a dos problemas principales: el elevado paro y la crisis. Consideraba que el mercado, por sí mismo, no era capaz —excepto raras excepciones— de conseguir el pleno empleo y evitar las fluctuaciones cíclicas de la economía. La intervención del Estado resultaba necesaria para acabar con las ineficiencias del mercado y aumentar la demanda efectiva capaz de alcanzar el pleno empleo, al mismo tiempo que con la regulación macroeconómica se trataba de evitar los contratiempos cíclicos provocados por la alta inestabilidad del mercado. La economía basada solo en el mercado se caracteriza por la inestabilidad, y de ahí la necesidad de proceder a su regulación. Después de la guerra el keynesianismo se convirtió en el pilar de las políticas económicas. Así, en los años cincuenta y sesenta no se cuestionaba el papel que el Estado debería desarrollar en la economía, y la puesta en práctica de las políticas keynesianas concedió una amplia cobertura a la realización de las políticas sociales inspiradas por Beveridge y su ampliación a las políticas de salud y educación. Tanto Keynes como Beveridge proponen la intervención del Estado en la economía, pero no para suplir la iniciativa privada ni las reglas del mercado, sino para crear las condiciones objetivas de intercambio y paz social, necesarias para la recuperación de la actividad económica después de la Primera Guerra Mundial y la crisis del 29.

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