Temari de proves selectives 2024- 2025 24 Modelo tradicional mediterráneo Mercado de trabajo poco flexible. Niveles medios de mercantilización. Predominio de estructuras clientelares y economías sumergidas. Ejemplo: Italia, Grecia. Problemas actuales del Estado del Bienestar Paulatinamente, y con el paso de las décadas, desde su establecimiento va cambiando el contexto económico, político e internacional de la política social. Se puede señalar el nuevo contexto político mundial, la globalización económica, con cambios en la estructura social: • Caída de la fecundidad en los países de la UE que comporta el envejecimiento de la población, con los costes añadidos en prestaciones económicas, servicios sociales y sanitarios. • Inmigración, que abre un debate político sobre la integración social de los extranjeros y los problemas de xenofobia y racismo. • Cambios en las estructuras familiares. • Paro estructural, que comporta problemas de integración social, dificultades de identidad social y plena ciudadanía para importantes conjuntos de población que consolidan una sociedad más fragmentada y dividida a partir de la tenencia o no de un puesto de trabajo. • La realidad y la extensión de la economía sumergida y los cambios en la organización del trabajo que suponen las nuevas tecnologías refuerzan aún más la tendencia a la dualización social y al fin de la plena ocupación, que era una realidad en las sociedades industriales. Según Gregorio Rodríguez Cabrero, el Estado del Bienestar sigue presente a causa de las presiones y los apoyos sociales en su favor y a su capacidad de estabilización económica y social. El problema es que el Estado del Bienestar no puede ser el mismo que en las décadas precedentes. En palabras del profesor Carlos Berzosa, el Estado del Bienestar deberá ser reforzado para que se introduzcan mecanismos correctores a la economía de mercado, mecanismos que luchen contra el paro y la pobreza, que consigan avances en la equidad social, en la mejora en la igualdad de género y de oportunidades, y en la consecución de un desarrollo sostenible. Finalmente, en el ámbito comunitario europeo, se puede afirmar que, en términos generales, la UE ha sido notablemente eficaz en la creación de instituciones económicas comunes, pero ha tenido un éxito mucho menor en el desarrollo de políticas sociales europeas. La aparición de nuevos riesgos sociales —como la mayor participación femenina en el mercado laboral, la conciliación de la vida laboral con la vida familiar, el incremento del número de personas dependientes, el aumento de la exclusión social de aquellos trabajadores con un menor nivel educativo o la expansión de los servicios privados— está poniendo a prueba tanto su capacidad de adaptación a situaciones nuevas como el mantenimiento de la cobertura de los viejos riesgos sociales sobre los que se constituyó el Estado del Bienestar fordista (como la atención sanitaria o las pensiones).
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