Transporte multimodal y autopista ferroviaria
23 renovables en los puertos o la limitación de la obtención de gas y/o petróleo mediante la fractura hidráulica. De esta manera, la sostenibilidad es actualmente una de las máximas preocupaciones y se ha convertido en un factor fundamental en todos los sectores, incluido el de T&L. Este enfoque está impulsando el desarrollo y la innovación en áreas como las tecnolo- gías emergentes, los combustibles renovables o las cadenas de suministro alternativas. No obstante, todavía se aprecia una falta de definición/homogeneización en materia regu- ladora, tan necesaria para reducir la incerteza de los sectores y potenciar las inversiones. Así, por ejemplo, el sector del transporte no ha apostado todavía por ningún combustible alternativo concreto, ya que no encuentra ningún apoyo institucional para el desarrollo de ninguna de las alternativas. Por ejemplo, en Cataluña se encuentran más de 1.200 ga- solineras de las que solo 14 disponen de gas natural y 96 de GLP (gas licuado de petróleo), en datos del 2017. Así, se hace necesaria más inversión en innovación, una apuesta más firme para una movilidad verde, regulaciones más estrictas en términos de movilidad y sostenibilidad, optimización de los recursos en el sector del transporte y la logística con la implementación de nuevas tecnologías, renovación de las flotas y la apuesta por nuevas tipologías de embalaje más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Según el crecimiento previsto de toneladas de mercancías gestionadas por el sistema catalán en el año 2040, se establecen dos posibles escenarios: un escenario tendencial, en el que las cuotas de reparto modal se mantienen estables; o un escenario intermodal, donde se introducen cambios dirigidos a un reparto intermodal según criterios de mejo- ra de la eficiencia. La red viaria, a escala global, tiene capacidad suficiente para absorber las variaciones de demanda de los dos escenarios, no obstante, las externalidades negati- ves como emisiones, ruidos, congestión… son considerablemente menores en el caso del escenario intermodal. En la misma línea, la Comisión Europea en el libro blanco “Hoja de ruta para un área europea de transportes. Hacia un sistema de transportes competitivo y de recursos eficientes” marcó dos objetivos importantes en este ámbito: la transferencia de un 30 % de los transportes por carretera en distancias superiores a los 300 km a otros medios como el ferroviario o el fluvial, y la reducción de un 60 % de las emisiones de CO2. El trasvase de parte del transporte unimodal al transporte multimodal es clave para la conjugación entre transporte eficiente y lucha efectiva contra el cambio climático. Además, la transformación digital ofrece la posibilidad de optimizar de manera impor- tante las cadenas de transporte en el ámbito de la intermodalidad, la capacidad de las infraestructuras y la simplificación de procesos administrativos. Además, las infraestructuras de transporte y logística han dejado de ser consideradas como un ente separado del conjunto de la cadena logística, meros nodos origen/desti- no de la mercancía y, hoy día, han alcanzado un rango superior dentro del ecosistema logístico. Ahora tienen que ser consideradas como un elemento más de la cadena de su- ministro y de la actividad económica, con las que han de estar bien integradas. Además, las infraestructuras tienen que estar conectadas entre sí, formando redes intermodales y formalizando sinergias con el territorio, los centros de actividad económica y los núcleos urbanos. Así, una ubicación de las infraestructuras cercana a la demanda permite mejo-
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