Transporte multimodal y autopista ferroviaria

36 Aunque el concepto no se desarrolló hasta muchas décadas después, el ferrocarril moderno nació con un evidente carácter multimodal, es decir, de conexión y comple- mentariedad con otros sistemas de transporte, especialmente con el barco. El proceso logístico era sencillo: las mercancías salían desde los núcleos de producción industrial y viajaban en tren hasta los principales nudos de exportación, los puertos, desde donde conectaban con los diferentes mercados exteriores. Sin embargo, faltaba un elemento para acabar de configurar la concepción multimodal: la estandarización de las cargas. Durante aquellas primeras décadas, el desarrollo del transporte ferroviario de mer- cancías puso el foco de atención en la especialización de los vagones de carga según los tipos de mercancías (minerales, cereales, ganado, textiles, etc.), de esta manera proliferaron multitud de vagones, vehículos y plataformas de carga específicamente diseñadas para cada tipo de producto, pero ideados únicamente para los trayectos ferroviarios. Después, en los puertos, las mercancías tenían que ser trasvasadas en bru- to desde los trenes hasta los barcos, una tarea farragosa que ralentizaba el proceso logístico y aumentaba considerablemente los tiempos de trayecto. El único precedente de transporte multimodal, tal y como hoy lo entendemos, durante aquellos tiempos surgió, otra vez, vinculado a la industria minera, donde se desarrollaron y construyeron los primeros cajones metálicos pensados específicamente para ser traspasados de los trenes a los barcos, sin trasvasar la mercancía. El concepto, finalmente, tomó forma a mediados del siglo XX, cuando el uso del contenedor marítimo se generalizó y estanda- Un tren de cisternas remolcado por una locomotora del tipo Crosti en la salida de Cremona, en Italia. Foto C. Salmerón (1975).

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