Transporte multimodal y autopista ferroviaria
44 AUTOPISTA FERROVIARIA: UNA NUEVA CONCEPCIÓN DE LA LOGÍSTICA TERRESTRE En todo caso, la creciente complejidad y variedad de los mercados internacionales en un mundo cada vez más globalizado y, especialmente, en la Europa sin fronteras de la Unión, obliga cada día a buscar nuevas maneras de optimizar las cadenas logísticas, ampliando el abanico de posibilidades y proponiendo alternativas más sostenibles a los tradicionales flujos de mercancías. Así, hace unas décadas nació el concepto de autopista ferroviaria, unas de las soluciones más innovadoras y con opciones de creci- miento para la combinación práctica y efectiva de los transportes terrestres (el tren y el camión) en largas distancias. La autopista ferroviaria consiste en la combinación de los transportes carretera-ferrocarril mediante la carga directa de camiones en vagones plataforma específicamente diseñados para tal fin, de manera que estos realizan gran parte de su trayecto en tren, ahorrándose centenares de kilómetros de circulación en carretera, reduciendo a su vez la congestión viaria y su huella ecológica. La idea de olvidar el traspaso de cargas, ya sean contenedores o cajas móviles, y transportar di- rectamente vehículos hace de la autopista ferroviaria un concepto revolucionario para la logística multimodal terrestre porque simplifica las cadenas de transporte y ofrece soluciones dinámicas: los vehículos pueden ser transportados enteros, con la tractora y el semirremolque; o parcialmente, solo el semirremolque; los conductores pueden via- jar conjuntamente con los camiones o estos ser recogidos en destino; y, finalmente, los vehículos pueden subir circulando directamente a las plataformas o ser cargados por grúas. De esta manera, desde las terminales específicas de autopista ferroviaria, miles de vehículos pesados pueden realizar largas distancias en pocas horas aprovechando el rendimiento energético del ferrocarril, reduciendo la congestión viaria, aumentando su rentabilidad económica, mejorando las condiciones laborales de su personal y am- pliando sus áreas logísticas de influencia. La visión de las grandes colas de camiones, uno detrás del otro, que llenan las autopistas a lo largo del continente europeo es completamente antagónica con el objetivo de generar cadenas logísticas sostenibles en un contexto de economía productiva. Así, tal y como los barcos realizan largos tra- yectos marítimos, el ferrocarril tiene que copar los largos trayectos terrestres, dejando para el camión los trayectos de última milla, es decir, la conexión final con el cliente o destinatario, promocionando en la medida de los posible cada vez más el uso de vehículos eléctricos y/o híbridos. Además, la autopista ferroviaria también ofrece so- luciones estructurales a barreras geográficas insalvables o altamente dificultosas para la carretera, como son el Canal de la Mancha o las escarpadas travesías de los Alpes, donde el ferrocarril permite el transporte rápido, sostenible, económico y amable de todo tipo de camiones y automóviles. De todas formas, la implementación del sistema y operativa ferroviaria no queda exenta de dificultades y retos a resolver durante los próximos años (una cuestión razo- nable dado que el concepto se encuentra en pleno proceso de desarrollo). En primer lugar, la prestación del servicio requiere de la construcción de terminales de carga y descarga específicamente preparadas y dotadas de buenos accesos viarios. Esta pro- blemática, en algunos casos, puede ser salvada con el aprovechamiento y adaptación de instalaciones disponibles en las actuales terminales ferroviarias de mercancías. En
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