Transporte multimodal y autopista ferroviaria
47 formas de interoperabilidad es fundamental para que la logística ferroviaria pueda servirse de manera eficaz de estos corredores. Por eso, la implementación de nuevos sistemas comunes de señalización, el diseño de material motor y móvil (locomotoras, vagones y coches de viajeros) polivalente y adaptable a diferentes anchos de vía o tracciones, la potenciación del ancho de vía internacional en la Península Ibérica, o la redacción de normativas técnicas específicas, entre muchas otras, son algunas de las tareas que tienen que marcar la agenda de inversiones y planificación de las adminis- traciones europeas durante los próximos años. Por otro lado, la liberalización más o menos efectiva de los servicios ferroviarios de mercancías (y de viajeros), en la práctica totalidad de las redes europeas, está fomen- tando la aparición de nuevos operadores privados, nacionales e internacionales, así como el consecuente aumento de los servicios ofertados y de los tráficos realizados. Este nuevo contexto de libre competencia también está provocando un reequilibrio de las políticas tarifarias y la captación de nuevos clientes que ven en el ferrocarril opciones más fiables y económicas para dar salida a sus producciones. Sin embargo, la realidad de la logística ferroviaria española está todavía muy le- jos de convertirse en un escenario mínimamente admisible. Las exigencias medioam- bientales impuestas por la Unión Europea para las próximas décadas en cuanto a cuotas mínimas de circulación que el ferrocarril tiene que alcanzar en detrimento La autopista ferroviaria es un elemento clave para la nueva era del ferrocarril. Foto autor (2021).
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